Tras la muerte de Boromir, la desaparición de Gandalf y el secuestro de Merry y Pippin, la Comunidad del Anillo se ha disuelto en tres grupos. Por un lado, Frodo y Sam continúan su camino hacia Mordor acompañados de Gollum. Mientras, el ejército de Saruman avanza y el resto de los miembros se prepara para la batalla.

Segunda entrega de la colosal trilogía basada en la novela homónima de J.R.R. Tolkien. Atendiendo a la extensión de la obra original, Peter Jackson decidió rodarla en tres entregas, lo que le permite un metraje total de más de nueve horas. Como sus compañeras de saga, esta película fue candidata al Oscar a mejor película, aunque se tuvo que conformar con dos estatuillas por méritos técnicos. Aparte de la mejor mezcla de sonido, el filme se alzó con el premio a los efectos visuales, algo justificado gracias al increíble trabajo hecho por la empresa Weta.

Dos proezas técnicas que quedarán en la retina del espectador: los increíbles movimientos de Gollum, tomados a partir de un actor real, y la batalla del abismo de Helm, en la que unos 10.000 orcos fueron generados por ordenador, siendo cada uno de ellos único.