Después de más de 30 años de servicio como uno de los mejores aviadores de la Marina de los Estados Unidos, Pete Mitchel, también conocido como "Maverick", está justo donde quiere estar, experimentando sus límites como piloto de pruebas. Esta es la segunda entrega de “Top Gun: Ídolos del aire” (1986), mítico filme de los años 80 protagonizado por Tom Cruise (“Minority report”) y dirigido por Tony Scott (“Amor a quemarropa”). En esta ocasión, la secuela cuenta también con la misma estrella, aunque la dirección corre a cargo de Joseph Kosinski (“TRON: Legacy”). Y es que, en un principio, Scott iba a estar al mando, pero un día antes de reunirse con Tom para organizar el proyecto, se suicidó. Se rumoreaba que la trama se centraría en la guerra de drones hasta que se confirmó que se volvería a los aviones de combate, como en la anterior entrega. Las condiciones que suele poner Tom Cruise en los rodajes suelen ser sorprendentes, es habitual que ponga su vida en riesgo en casi todas las escenas de acción, así que como era de esperar, solicitó que en las secuencias aéreas se usasen aviones reales.